viernes, 23 de diciembre de 2011
miércoles, 21 de diciembre de 2011
QUI TE POR DE VIRGINIA WOOLF?
Rubén tiene la teoría de que Veronese impacta las primeras veces que lo ves, pero que luego te acostumbras y no te aporta demasiado más. Estoy empezando a pensar que tiene razón. Mi primer Veronese me tuvo más de media hora llorando tras la salida del teatro, y no estoy exagerando. Esta vez, la función me hizo pasar un buen rato, pero reconozco que poca cosa más. Los actores están perfectos. La versión del texto, impecable. La duración de la obra, la buena. El resultado, muy recomendable. Mi sensación, Veronese ya no es Dios.
Apunte frívolo. Estoy empezando a acostumbrarme ya a la nueva cara de la Vilarasau. Y espero que Pere Arquillué haya tenido que "envejecer" tanto sólo para el papel.
Rubén Hernández
miércoles, 9 de noviembre de 2011
CONCHA Yo lo que quiero es bailar
Todo el mundo que me conoce, lo sabe. Soy un fan de Concha Velasco en toda regla. Para mí, la mejor actriz en activo de este país. Y tengo la suerte de que Focus haya considerado que Concha y el Goya son un buen tandem. Esta vez, como todas, primera fila.
El espectáculo inicia pareciendo un club de la comedia con famosos (en concreto, Concha), algo ya bastante caducado y sólo ameno para los mayores fans. El buen hacer de Concha, su carisma, su larga trayectoria plagada de experiencias, sus piernas siempre-bonitas, y sus ojos (por favor, Concha, que nunca dejen de brillarte los ojos como lo hacen), convierten el espectáculo en una delicia de la que todo el mundo va a salir satisfecho.
Ni Liza Minelli, ni Judy Garland, ni Shirley Maclaine, ni Liz Taylor, ni Maggie Smith, ni Judy Dench.... la más grande para mí es Concha Velasco
Rubén Hernández
viernes, 4 de noviembre de 2011
DOGVILLE
La película de Lars Von Trier en la que está basada la obra de teatro me fascinó. Partiendo de este punto, acudir al Romea en los poquitos días en que se iba a escenificar la ganadora del último premio Max al mejor espectáculo revelación me auguraba pasar un buen rato.
La historia es tan marcada, que no dejaba demasiadas oportunidades para innovar. En un principio, creí haber visto exactamente lo mismo que en la película, pero tras mis reflexiones compartidas con Rubén (sí, escribo yo siempre, pero tras comentar la obra un mínimo de dos veces con mi marido) cambié de opinión. Si bien la película desarrolla cada una de las relaciones de la protagonista con los habitantes de la cruel ciudad en la más estricta intimidad, aquí las relaciones son mucho más públicas, cosa que las convierte en si cabe, aún más duras.
Las interpretaciones son bastante correctas. La música en directo en escena quizá sea algo ya un poco visto. En cualquier caso, gusta ver sobre las tablas la adaptación de una película, pues quizá estamos más acostumbrados a ver lo inverso.
Rubén Hernández
lunes, 17 de octubre de 2011
LA VIOLACIÓN DE LUCRECIA
Acudí al Lliure de Gràcia con mi hermana Laura. Laura estudió interpretación durante toda su adolescencia, y tras una primera incursión sobre las tablas decidió aparcar el asunto. Seguramente su compromiso familiar con los estudios universitarios. Probablemente su joven edad para afrontar según qué procesos de creación de personaje. Laura está acabando ya su carrera de Comunicación Audiovisual, y le vuelve a picar el gusanillo de la interpretación.
Sólo diré que guste o no, que se repita o no, que aburra o no, creo que llevé a Laura a ver una lección magistral de lo que es ser una actriz, o como decimos nosotros, una actora.
Nuria Espert (según Wikipedia, 76 años) recita el texto de Shakespeare en el papel de narrador, en el de Lucrecia, en el del marido, en el del amigo...y lo haría con el del perro si lo hubiera. Y lo haría bien, creible, intensa, con sentimiento. Siento que a mi amigo Paco, quizá el mayor aficionado al teatro que conozco, no le guste. Para mí, imprescindible. ¡Viva la Espert!
Rubén Hernández
martes, 11 de octubre de 2011
LLUM DE GUÀRDIA
El día 11 de septiembre intenté ir a ver esta obra que se anuncia tan interesante y tan diferente. Las manifestaciones celebradas ese día, me impidieron llegar a tiempo al Romea, haciéndome perder las entradas y teniendo que cambiar teatro por tarde de cañas.
Una oferta facilitada por mi amiga Amparo me permitió poder concluir lo que se había visto frustrado anteriormente. Antes de decir nada de la obra, diré que lo mejor fue la caña que me tomé a la salida con mi hermana y con Amparo. ¿Parece que no me gusta nada de lo que veo últimamente?
La obra no está mal. Los actores trabajan TODOS muy bien. ¿Mireia Aixalà es la chica de moda? Eso sí, aviso: La promo es todo mentira. Ni es de miedo, ni es de intriga, ni es de fantasmas, ni es algo nuevo. Es un poco una comedia de enredo, de personajes entrecruzados que hacen reir un poco.
Rubén Hernández
domingo, 2 de octubre de 2011
La Sonrisa Etrusca
Rubén es muy enemigo de ir a ver obras de teatro al teatro Goya. Juntamente con Pasquale, opinan que allí se ve teatro para "tietes" catalanes (o lo que es lo mismo, teatro demasiado comercial que sólo gusta a señoras de más de 60 años que se arreglan "per anar al teiatre").
Cuando Rubén me dijo que quería ir a ver la Sonrisa Etrusca, acepté encantado, aunque sorprendido, pues la representación era en el Goya. En Barcelona uno no siempre tiene opción de ver a Héctor Alterio sobre las tablas de un escenario, ya que difícilmente un argentino hace teatro en catalán.
Conocía ligeramente la novela, aunque reconozco que no la había leído. Sabía que trataba sobre las vivencias y reflexiones de un abuelo que centra sus ilusiones en el futuro de su nieto. Desconocía que existiera la adaptación teatral. El cartel de Alterio acompañado de Julieta Serrano hacía presagiar un duelo interpretativo exquisito.
Como obra de teatro no vale nada. Debería haberse montado únicamente con los dos personajes ancianos, permitiendo así al público disfrutar más con esos dos maestros ACTORES. El casting de los personajes jóvenes lo debe haber hecho un familiar del personaje de la criada, de ahí que ella tenga un papel. La escenografía en juego de imágenes es vistosa.
No es nada recomendable, la verdad
Rubén Hernández
jueves, 2 de junio de 2011
Truca un inspector
De nada me sirve pretender que Rubén escriba algo en el blog. Quien lo sigue (Dani?) lo sabe bien. Había pensado en pelearme con él al respecto, pero no me apetece. Además, es cierto que dado que siempre comentamos como mínimo un par de veces todo aquello que vemos, seguro que mis palabras reflejan involuntariamente reflexiones suyas.
A Rubén no le gusta nada de lo que programan en el Goya. Ciertamente, es el teatro favorito de las "tietes" catalanas que van a ver "teiatre amb els de la tele". A mí, que me gusta todo y que me gusta imaginarme como un gestor de teatro con diferentes espacios de exhibición, me parece interesante ver cómo una obra de teatro lleva 6 meses de lleno ininterrumpido.....no voy a quedarme yo sin verlo!
El Pou, el Canut, la Pagès (demasiado joven para el personaje?)... qué bien que están todos, coño! Los jóvenes también, sí señor. Además en este caso, un aliciente más: ver a David Marcé, compañero del IT de Rubén y amigo de mi nueva-antigua acompañante "reserva" de teatro. Prueba superada con buena nota, chaval!
Quizá nunca produzca una obra de teatro de esta índole. Historia a medio camino entre costumbrista y policíaca. Carente de ritmo al principio (vale, era miércoles y tenía sueño...), predecible en el nudo, mejorada en el desenlace.
Quizá nadie más piense que la lección del argumento es que no está bien ir de guarrona intentando sacar algo de una familia adinerada. No comparto la moraleja.
Quizá el precio de la entrada está justificado por la fastuosa escenografía.
Quizá si no fuera por el descuento del Tr3sc no hubiera ido. Quizá no. Seguro. Por suerte, me salieron a 12 € y fui.
Rubén Hernández
lunes, 30 de mayo de 2011
La casa en obres
El Círcol Maldà es un espacio tan bonito a la par que pequeño, que puede permitirse el lujo de hacer representaciones como ésta. Imagino que cuando una sala decide programar una obra así, no está pensando en llenar las arcas ni en batir records de espectadores. Si así lo hiciera, sería un fracaso.
Basada en textos del poeta mallorquín Blai Bonet, su director y protagonista Pep Tosar nos traslada a la Mallorca y la Barcelona de principios de SXX de una forma tan delicada y armónica que a los diez minutos de estar sentado en la silla ya te parece estar sintiendo el olor del campo de Sa Roqueta a la vez que un vientecito te azota la espalda. El universo particular del poeta aparece bien descrito con tan solo las voces y ruidos de los actores. La encarnación del poeta a manos de Tosar, acaba de rematar la faena sin grandes artificios, pero con éxito rotundo.
Superados los primeros minutos de adaptación del oído a un mallorquín arcaico y cerrado, dejaos deleitar por esta perla del mediterráneo, no suele ser algo fácil de encontrar.
Rubén Hernández
viernes, 27 de mayo de 2011
L'Home Natja
Creo que si tuviera que quedarme con una sala favorita de Barcelona, la Sala Beckett tendría muchos puntos para salir vencedora. Su apuesta constante por teatro de nuevo autor encaja muy bien con nuestros gustos escénicos.
En esta ocasión, acudo a ver (en muy buena compañía de alguien de mi pasado) algo de Jordi Oriol que había pasado anteriormente por el Temporada Alta. Seré muy sintético:
- Argumento idiota y facilón muy bien defendido por unos actores más que correctos, una escenografía chulísima tipo "concierto", música en directo que promete pero muy poco introducida en el montaje.
Rubén Hernández
lunes, 16 de mayo de 2011
El Misantrop
Cuando puedes acceder a las tan disputadas entradas a 5 euros del TR3SC para ir al TNC, no te lo tienes que pensar. Da igual la obra, da igual el día, da igual la fila de las butacas.......tienes que comprarlas.
En esta ocasión ganamos la carrera y obtuvimos sendas entradas para ver El Misantrop.
Sergi Bellbel ha hecho una traducción del texto que abandona considerablemente el verso, haciendo la representación mucho más llevadera para el público no erudito. La escenografía y el vestuario te llevan a saltos entre el siglo XVII y la actualidad, sin demasiado sentido, pero con un resultado bastante fresco que nuevamente ayuda a digerir el clásico.
El reparto, con excepción de Marta Marco, es perfecto. Si bien pueda parecer exageradamente comercial (algo habitual en el TNC), hay que reconocer que ciertos actores catalanes se han ganado la fama a base de talento. Marta Marco, a mi parecer, se lo ha ganado por ser hija de quien es. Es una lástima que un papel tan sugerente haya recaído sobre sus espaldas. O mejor dicho, sobre su peinado de triángulo, lo más talentoso a destacar en ella (en realidad, y según la ficha técnica, talento de Cebado y Redken).
Si conseguís descuentos que abaraten el "robo" del TNC, recomendable verlo. No esperéis ver nada nuevo, nada arriesgado, no os va a aportar nada diferente de lo que ya conocéis del Misantrop. Pero, ¿es necesario aportar algo a un clásico? A mi entender, no siempre. Basta con poder ver en 2011 una comedia escrita en el S XVII.
Rubén Hernández
martes, 26 de abril de 2011
DESCLASSIFICATS
Hacía mucho tiempo que debería haber vuelto a ir al teatro con mi madre. Sus difíciles horarios de trabajo y mi empeño en ir siempre con la misma persona, lo habían estado evitando. Por fin ha sucedido, e intuyo que va a suceder más a menudo a partir de ahora.
Desclassificats es una obra típica de ver en la Villarroel. Elenco de lo más "telecomercial". Escenografía perfecta. Lleno total de público (abundando las "tietes" que van a ver "als de la tele"). La obra bien fresca, la verdad. Papeles bien construidos, buenas interpretaciones (imposible pensar lo contrario con esos actores), historia bien actual, parte simpática, parte hilarante, parte reflexiva...vamos, una opción perfecta para gastar la tarde del lunes de Pascua! (cada vez odio más los festivos...)
Se me olvidaba comentar algo: Emma Vilarasau está estupenda. Super delgada, super guapa, super tetas nuevas...........pero tiene otra cara, tendré que acostumbrame...y es normal, con 52 años pretender parecer 40, es lo que tiene...
Rubén Hernández
viernes, 1 de abril de 2011
Anita Coliflor
Llevaba bastante tiempo sin ir al teatro, pero Anita Coliflor tiene todos los ingredientes que hacen que mi agenda pueda abrir hueco.
El texto en castellano, desafiando a los elementos adversos (subvenciones y demás).
La historia surrealista (al más puro estilo José Luis Cuerda) es una gozada. Fresca, absurda, con puntito de reflexión, puntito de amargura (aunque muy superficial)... demuestra que su autor no tiene miedo a no contar nada en especial, simplemente hacerte pasar un rato divertido... o eso creo yo.
El espacio, una delicia (no había estado aún en el Círcol Maldà, por Dios, ¡qué monada!)
La duración de la obra, la perfecta, algo más de una hora. Lo justo para que al salir te tomes esa cerveza tan reclamada por los pesonajes a lo largo de la función.
Los actores están bien, como siempre, algunos mejor que otros. Quizá fuera necesario mayor recorrido para que los personajes estén más construidos y sean más robustos. Quizá el efecto sea el deseado porque Anita Coliflor tenga más entregas, cosa que sería realmente novedosa a la par que deseable.
En esa segunda entrega, por favor, pido encarecidamente que se nos demuestre si Pol López tiene defecto en el habla o si bien prepara todos sus personajes con la misma cadencia verbal.
En definitiva, muy satisfactoria
Rubén Hernández
jueves, 3 de marzo de 2011
TOT
Pasquale me ha invitado al Lliure de Gracia a ver una obra de teatro del argentino Rafael Spregelburd. Últimamente, no sé qué pasa que viene por la ciudad mucho teatro argentino (por suerte Veronese entre ellos), y no pude dejar de aceptar la invitación. En estos momentos, también se está representando algo de él en el TGB. Vamos a ver qué tal, me interesa conocer.
Se narran tres fábulas:
¿Por qué todo estado se convierte en burocracia?
Me hace reir. Las discusiones con principios absurdos tratadas como si de una cosa importante fuera están irónicamente enmarcadas en una supuesta oficina de la administración, donde además puedes imaginar que hay toda una serie de personas haciendo cola fuera para ser atendidos. Seguramente reiría menos si me imaginara a mí mismo no siendo atendido por culpa de los actores-funcionarios.
¿Por qué todo arte se convierte en negocio?
Me hace sentir vergüenza ajena. Muy lamentable sacrificar a una actriz haciendo la payasada más fácil digna de (como apunta Pasquale) la Hora Chanante (y que conste que a ambos nos gusta el programa, en su marco, claro).
¿Por qué toda religión se convierte en superstición?
No lo he entendido. Me ha parecido un sinsentido, y encima, pretencioso. Narración bíblica mezclado con interpretación fuera de tono y con "efectos visuales".
Bastante gente se iba de la sala. Pasquale, el próximo día, a tomarnos unas cañas!!
Rubén Hernández
jueves, 3 de febrero de 2011
El temps de Planck
Nuevamente entorno al Institut del Teatre, esta vez un musical.
La obra original de Sergi Belbel y Òscar Roig, con música del genial Daniel Espasa, pudo verse 10 años atrás en el Romea. Las cuatro hijas de un moribundo señor Planck vuelven al hogar familiar en vísperas de la muerte del patriarca. Un argumento simple, como es costumbre en los musicales. Una partitura exquisita.
La adaptación para el Institut, buenísima. Igualdad de oportunidades de aprendizaje y/o lucimiento para todos los alumnos.
Destacable el trabajo del personaje de la niña, en movimiento continuo en escena sin que ello suponga un desgaste a la hora de afrontar sus "solos" particulares. Empar Capilla, buen trabajo!!
Envidiable el control vocal del personaje de la hija actriz. Mariona, qué arte!!
Innato potencial el del personaje de la madre...estamos delante de una Barbie con talento? Seguro que sí, Paula!!
Una lástima que el personaje de la hija mayor no tenga un poco más de recorrido. La actriz tiene buena voz y vis cómica. Me gustas, Marta!!
Empar, Mariona, Marta y Paula. Cuatro chicas que acaban sus estudios y pueden pasar a formar parte de cualquier espectáculo profesional. Buenas voces, buena técnica, buena presencia, buena interpretación.
Por mí la prueba está superada con nota!!
Rubén Hernández
martes, 1 de febrero de 2011
MAGNIFICAT
Para mí es un gran orgullo hacer esta entrada en nuestro blog, ya que significa "dos primeras veces" en la reciente vida de este espacio.
En primer lugar, y la más importante, es la primera vez que Rubén hace temporada en una sala comercial de Barcelona. Su valiente decisión de abandonar todo en su Valencia natal para profesionalizarse como actor empieza a dar sus frutos. Pasquale Bavaro tiene todo que ver. Por la parte que me toca, siempre lo tendré presente.
En segunto lugar, y ésta ha venido sin buscarlo, es mi primera vez como productor ejecutivo de la compañía El Somriure Bàrbar. Nuevamente, Pasquale Bavaro tiene mucho que ver. Espero que el camino sea largo (que duro ya sé que va a ser). No sólo quiero mencionar a Pasquale. También quiero nombrar a Lara Salvador, Esperança Crespí y a Albert Pérez. Junto a ellos, los Rubenes, formamos la compañía El Somriure Bàrbar.
Y ahora sí, haré mi crítica del espectáculo. Como siempre breve, ya que ese es el formato de este blog.
Magníficat es una obra de teatro muy singular. En realidad, como a su director le gusta decir, es más bien un Cabaret... un Cabaret Místico. En él podemos ver escenificados pasajes bíblicos que nos explican el origen de Santa Eulàlia, nos relatan la historia de Santa Caterina de Siena, nos entretiene con la leyenda de la Santa Nina, o nos relata la dura persecución política a la que fue sometido Mossèn Cinto Verdaguer.
Por otro lado nos sorprenden con unas plegarias de lo más ocurrente, un Apocalipsis formado por diferentes tribus urbanas, un Martirio flamenco, unos gamberros querubines o un Cristo que cambia sus llagas por rosas.
Si bien al principio podéis llegar a creer que os habéis equivocado y en lugar de en el Espai Brossa estáis en clase de catequesis, estad preparados para que el cambio de ritmo os lleve a salir de la sala con una sonrisa en la cara, eso sí, bien bendecidos por los actores.
Y una cosa más, no sintáis miedo si días después vuestra mente os lleva a hacer reflexiones sobre la fe. Es poco moderno, pero quizá es inherente al ser humano, no creéis?
Rubén Hernández
jueves, 20 de enero de 2011
CELEBRACIÓ
Primera vez que piso el Lliure de Gràcia después de su tan dilatada en el tiempo reforma. La apariencia, perfecta. Urbano, sencillo, sin pretensiones, moderno. Técnicamente, con las últimas tecnologías posibles de aplicar a un teatro. El resultado, gusta.
Harold Pinter. Qué bueno ir a ver algo del Nobel de Literatura 2005. En este caso, su última obra.
Elenco. Fantástico. Todos están perfectos. Todos son famosos. Todos salen guapos. Tan sólo algo preocupante para la gente que queremos tener un hueco en el mundo del teatro catalán: ¿Estamos yendo a ver una obra de teatro, o estamos yendo a ver a unos actores que conocemos de la tele o de la farándula local? ¿Estamos yendo a ver un texto de Pinter, o estamos yendo a ver un montaje de Lluis Pasqual?
Sea cual sea la respuesta, lo que importa es que el teatro, como casi siempre en Barcelona, estaba lleno.
La obra, una delicia. Duración perfecta, 60 minutos sin descanso. Argumento, otra vez, urbano, sencillo, sin pretensiones, moderno. Realmente, no hay casi argumento. Una ventana abierta a un restaurante de lujo, donde se están produciendo simultáneamente dos celebraciones. Las típicas conversaciones banales, o no tanto, salpicadas del surrealismo que va introduciendo un magnífico Boris Ruiz en el papel del camarero un poco impertinente.
Esta vez, hablo en primera persona, fui acompañado de un amigo. Gracias, Pablo
Muy recomendable
Rubén Hernández
martes, 4 de enero de 2011
Agost
Con la afición que tenemos por el teatro, y con el elenco tan sugerente anunciado en el cartel, tan sólo había que escoger el día en el que dispusiéramos de 4 horas para poder ver Agost, de Tracy Letts, aka, de Sergi Belbel.
Una vez superados los siempre presentes charcos del patio de entrada al TNC, tomados nuestros horribles asientos en fila 22, al módico precio de 33€ la entrada, lo siguiente debía ser ya sólo disfrutar.
Los actores, estupendos. Una escenografía de "casita de muñecas" combinando tecnología y tradición. Un texto ambientado en Oklahoma pero perfectamente asociable a cualquier región del mundo. Unos conflictos familiares desde lo más doméstico a lo más trascendente. Humor, Amor, Odio, Rencor, Ternura, Venganza.... vamos, todos los ingredientes necesarios para satisfacer al espectador. Unos finales de acto con opciones de lucimiento para la Lizarán y la Vilarasau.... en fin, una de esas obras "a la antigua usanza" que hace las delicias de todo tipo de espectadores.
Sin lugar a duda, una gran opción de regalo en estas fechas en que uno debe exprimirse las neuronas para ser original.
Un pero....quién escogió a la "actriz" que encarna el papel de la criada? Es actriz? Si lo hubiera sido, el personaje podría haber tenido más relevancia, por suerte, no la tiene.
Conclusión, nos gustan las obras de teatro a lo grande. Si además llevan incorporadas Divas de la escena catalana, mejor.
Una vez superados los siempre presentes charcos del patio de entrada al TNC, tomados nuestros horribles asientos en fila 22, al módico precio de 33€ la entrada, lo siguiente debía ser ya sólo disfrutar.
Los actores, estupendos. Una escenografía de "casita de muñecas" combinando tecnología y tradición. Un texto ambientado en Oklahoma pero perfectamente asociable a cualquier región del mundo. Unos conflictos familiares desde lo más doméstico a lo más trascendente. Humor, Amor, Odio, Rencor, Ternura, Venganza.... vamos, todos los ingredientes necesarios para satisfacer al espectador. Unos finales de acto con opciones de lucimiento para la Lizarán y la Vilarasau.... en fin, una de esas obras "a la antigua usanza" que hace las delicias de todo tipo de espectadores.
Sin lugar a duda, una gran opción de regalo en estas fechas en que uno debe exprimirse las neuronas para ser original.
Un pero....quién escogió a la "actriz" que encarna el papel de la criada? Es actriz? Si lo hubiera sido, el personaje podría haber tenido más relevancia, por suerte, no la tiene.
Conclusión, nos gustan las obras de teatro a lo grande. Si además llevan incorporadas Divas de la escena catalana, mejor.
Rubén Hernández
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