Una experiencia bastante "nice" para una noche de verano, sin mayores pretensiones que revisitar a Shakespeare y sus intrigas amorosas, ayudándose de un elenco que combina a la perfección talento, profesionalidad, belleza y éxito.
Muy acertado el discurso inicial que da el director a los actores, advirtiendo de no caer en los errores habituales cuando se interpretan textos clásicos. Muy "acertado" Joel Joan cayendo en todos ellos, como era de esperar. Sé que había dicho que no vería ninguna obra de teatro más en la que él apareciera, pero unas entradas regaladas no deben despreciarse nunca (gracias Rocío).
Rubén Hernández