lunes, 3 de diciembre de 2018

Cronología de las bestias


Desde siempre he sigo muy partidario del autoengaño, como lo llaman unos, o del autoconvencimiento, como prefiero llamarlo yo.  Se trata de un trabajo mental basado en analizar cómo son las cosas, si estamos tranquilos de habernos esforzado para que sean lo mejor posible, si está en nuestra mano cambiarlas, qué otras cosas hay alrededor, y en definitiva, no ser demasiado duro con uno mismo y ver la parte positiva de todo.  A mí me ha funcionado siempre, y es por eso que siempre me siento feliz.
La teoría deja de funcionar si falla alguna de las piezas:  depositar la responsabilidad en otros, exigirse más de lo que se debe, creer que uno puede gobernar sobre el otro, y por supuesto si se es derrotista.
Esta obra, demuestra que la teoría funciona incluso cuando se añade el factor de la Mentira.  Cuando la realidad es horrible, engañarse a uno mismo puede ayudar a sobrellevar la vida.  Eso sí, disfuncionando otras cosas en el camino.

Por lo que respecta a la obra, tras un desconcierto inicial, un bravo en toda regla.  El autor y director consigue contar la historia en un tiempo récord de 75 minutos aún desestructurando las escenas.