Imagino que los lectores de este blog se habrán dado cuenta de mis patrones (muy básicos) para escoger el teatro que acudo a ver. Por si acaso, y con mi afición a las listas...:
- Teatro representado en mis dos salas preferidas (La Casa de la Portera y La Pensión de las Pulgas)
- Teatro representado en el Teatre Lliure
- Teatro dirigido por Miguel del Arco
- Teatro dirigido por Daniel Veronese
- Teatro dirigido por Joan Ollé
- Teatro clásico
- Algún que otro musical (cuando ahorro)
- Concha Velasco y otras grandes damas de la interpretación en español
- La Vilarasau
Digo La Vilarasau porque en realidad, y éste es un buen ejemplo, aquí el menda va a verla a ella. La obra, el resto del elenco, la escenografía, el director... todo me da igual. Y sí, sé que se la critica diciendo que siempre hace lo mismo, pero ojalá yo hiciera los caminos, los canales y los puertos "lo mismo" de bien siempre.
Del resto de la obra, a comentar lo mismo que ella aporta, es decir, bien poco. La Sampietro debería dejar de estar tan estupenda (y teñida) para ser creíble en personajes de su edad (sin desmerecer su perfecta interpretación, al uso). Los actores jóvenes, de quienes no quiero recordar el nombre, pues eso.
Y ojalá yo escribiera mis reflexiones siempre "lo mismo" de bien que La Vilarasau llora.
Rubén Hernández