Una vez superados los siempre presentes charcos del patio de entrada al TNC, tomados nuestros horribles asientos en fila 22, al módico precio de 33€ la entrada, lo siguiente debía ser ya sólo disfrutar.
Los actores, estupendos. Una escenografía de "casita de muñecas" combinando tecnología y tradición. Un texto ambientado en Oklahoma pero perfectamente asociable a cualquier región del mundo. Unos conflictos familiares desde lo más doméstico a lo más trascendente. Humor, Amor, Odio, Rencor, Ternura, Venganza.... vamos, todos los ingredientes necesarios para satisfacer al espectador. Unos finales de acto con opciones de lucimiento para la Lizarán y la Vilarasau.... en fin, una de esas obras "a la antigua usanza" que hace las delicias de todo tipo de espectadores.
Sin lugar a duda, una gran opción de regalo en estas fechas en que uno debe exprimirse las neuronas para ser original.
Un pero....quién escogió a la "actriz" que encarna el papel de la criada? Es actriz? Si lo hubiera sido, el personaje podría haber tenido más relevancia, por suerte, no la tiene.
Conclusión, nos gustan las obras de teatro a lo grande. Si además llevan incorporadas Divas de la escena catalana, mejor.
Rubén Hernández
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