Sólo se me ocurren halagos para describir este musical, así que me voy a centrar en los aspectos negativos:
- Se me ha hecho corto
- Me han faltado más canciones
- Me han faltado números de baile
Y una reflexión para la Iglesia: No sería nada difícil cambiar la imagen que la juventud tiene de la religión. Nada difícil en época de crisis a todos los niveles. Tan sólo sería necesario tener voluntad de hacerlo.
Imprescindible.
Rubén Hernández