Comprar entradas con más de dos meses de antelación es prueba más que suficiente de lo que se conoce como "crearte expectativas muy altas"... y ya se sabe cómo acaban estas cosas...
Una buena obra, noche de verano en el teatre Grec, Lluís Homar, Nora Navas, Míriam Alamany... lo revuelto que está el mundo y lo agradecidos que son los autores del pasado para buscar paralelismos...
¿Qué ha fallado?
El ritmo, totalmente falto de intensidad durante los primeros 90 minutos.
La historia, que parecía contada por mi madre que puede tardar 20 minutos en explicar algo con contenido para 5 (más de 150 minutos empezando a las 22:00 necesita una justificación realmente buena para no desesperar).
La idea, que al parecer le iba y le venía al director y por eso no recordaba si Homar era un personaje o si era un narrador que explicaba la verdadera intención de Arthur Miller al escribir el original.
Las actrices jóvenes, que salvando por supuesto a Anna Moliner (que realmente se agradece que esté de moda, como Carles Martínez), eran indignantemente ridículas (y revisando en google quién eran, además claro ejemplo del nepotismo en el mundo de la interpretación).
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