Puedo imaginarme que el montaje original era para una noche de verano, en el teatro romano de Mérida, sin demasiadas más expectativas que pasar una noche a la fresca viendo algo entretenido.
Puedo ponerme muy crítico y decir que a la obra le falta consistencia, y que bien parece más un skecth de televisión de especial Egipto de cuando la época del 1,2,3.
Puedo ponerme muy crítico y decir que a la obra le falta consistencia, y que bien parece más un skecth de televisión de especial Egipto de cuando la época del 1,2,3.
Puedo quejarme del cambio de elenco sin haber avisado antes de la promoción de venta de entradas (esperaba ver a Lucía Jiménez).
Pero si he de ser sincero, y sin avergonzarme por ello, diré que me ha encantado disfrutar de Ángela Molina "en vivo y en directo" a escasos metros de mí. El ejemplo de cómo una persona puede nacer a medio camino entre lo humano y lo divino y no sólo mantenerlo con el paso del tiempo, sino que me atrevería a decir que aumentarlo con cada cana de su melena y cada arruga de su rostro.
Rubén Hernández
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