Parece ser que ha llegado el momento de dejar de hablar de la crisis de valores y empezar a hablar de los efectos secundarios. Parece ser que volverán los iconos grunge de los 90's. Parece ser que es tiempo de nihilismo negativo.
La opinión de la obra inevitablemente varía en función de en qué situación personal se encuentre el espectador; el pesimista podrá hundirse en las locas miserias de Jacob, el conformista podrá dejarse guiar por las decisiones de Alba, el optimista podrá anclarse en el parlamento final de Ruth para tratar de "echarle huevos" a la vida.
Buenas interpretaciones femeninas para un espectáculo post-amateur en la Flyhard....para que no se me acuse de que sólo juego en la liga de los grandes estadios.
Rubén Hernández
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