jueves, 4 de febrero de 2016

Hotel Paradiso


Es curioso que no me gusten las comedias, siendo el reírme una de mis prioridades en la vida.  Voy a evitar esa pedantería de "a mí me gusta el humor inteligente" puesto que me inclino más hacia el humor absurdo, macabro o directamente gilipollas.  Lo dejaremos en que estamos frente a otra de mis contradicciones.
Por si no quería caldo, Paco me tenía preparadas dos tazas, y bien calentitas:  Compañía alemana, espectáculo sin palabras y con máscaras.
Pues bien.  Y bastante bien.  Unas máscaras a medio camino entre la ternura y lo grotesco, portadas por unos actores con matrícula de honor en "cuerpo y movimiento" me hicieron pasar un rato bonito, original y entretenido.  No reí, pero en algún momento esbocé mueca de sonrisa.

Rubén Hernández

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