Josep Maria Miró descifró la ecuación con El principio de Arquímedes y ahora vuelve a ponerla en práctica con una nueva compañía. Al igual que la anterior, la obra es muy efectiva (como ya dije en su día:argumento actual y controvertido, escenografía realista, desarrollo claro y directo, aunque esta vez añado que me gustan los efectos adelante-atrás bien explicados, y duración 75 minutos, la idónea).
En este caso, el equipo artístico bastante más interesante, puesto que parece ser que forman compañía. Tres perfiles diferentes, bien equilibrados, experiencia contrastada, juventud, singularidades personales...Me gusta la compañía La Padrina.
Rubén Hernández
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