Muy a favor de que se estén representando en los grandes templos del teatro catalán obras de autores españoles en su idioma original. Atrás parece que quedan aquellos tiempos en que valía programar cualquier espanto con tal de que fuera en la lengua de nuestra tierra.
Quiero aplaudir la propuesta de Lluís Pasqual para esta obra de Lope de Vega, pues contiene ingredientes de muy buena calidad que aseguran un buen caldo: Texto original para mantener esencia, ausencia de vestuario para dar sobriedad, coreografía escénica para aportar modernidad, música en directo para dar efecto, flamenco para imprimir carácter...
Muy acertado escoger a Franciso Ortiz (el actor guapo y con registro más clásico) para el personaje antagónico, permitiendo así mayor lucimiento coral. Errado a mi criterio el cásting de las actrices jóvenes, de quienes ni recuerdo el nombre, ni la cara ni tan siquiera el texto. Un error también hacer que Pol López desarrolle su personaje en un registro de "andaluz rajao" entre castellanos perfectos, tan sólo para así asegurar ser el "gracioso" de la obra; el chico tiene talento de sobra como para poder haber hecho el personaje en un registro más cercano a él y brillar como siempre lo hace. Magnífica Rosa Maria Sardà, de la que sólo hay que decir que es perfecta haciendo de ella misma en cualquier papel que aborda.
Veredicto: Muy recomendable.
Rubén Hernández
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