Nunca hasta ahora había tenido ocasión de ver una obra de teatro fiel al formato Comedia del Arte...miento, había visto Comedia del Arte en estado puro y me había parecido un peñazo insufrible! Pero como sé que en materia de arte (menos el pictórico) me suelen gustar más las cosas clásicas que las "modernas", sólo era cuestión de esperar a que alguien apostara por un proyecto como éste, que viene precedido de un éxito abrumador en Londres. Quienes han apostado no son otros que Tricicle y Dagoll Dagom, y éstos no suelen errar en la jugada.
No haciéndome demasiado caso a mí mismo en los momentos en los que me sentí ridículo riéndome con bromas del nivel de José Luis Moreno (por no decir de los payasos de la tele), puedo decir que pasé un muy buen rato. Es bonito sentir la inocencia de reír con humor blanco, con básicos de la comedia a nivel universal. Es interesante ir descubriendo todos y cada uno de los personajes que recrean las máscaras de la comedia. Es muy intrigante tratar de descubrir si la parte de improvisación obligada de la comedia del arte es o no guionizada. Muy buen trabajo por parte de los actores. Muy muy acertado los "números musicales" de los cambios de escena...
Vamos, que recomiendo ir al teatre Victoria (a sabiendas de lo que vas a ver, eso sí)
Rubén Hernández
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