Presentar un espectáculo que exponga un GRAN tema con el que todo el mundo empatice y sobre el que poca controversia de opinión pueda presentarse no tiene para mí ningún tipo de gracia ni sentido. Tan sólo si se hace detrás de una historia digna de ser explicada y cuyo trasfondo exponga el TEMA para la reflexión personal posterior que las buenas obras de teatro suscitan.
En este caso, nada de historia. Mucha grandilocuencia escénica. Mucho quiero y no puedo metafórico.
Por suerte, Carmen Machi es un monstruo. Sílvia Bel lo hace todo perfecto. Mónica López es un placer para todos los sentidos. Álex Casanovas está bien. El niño...oye, ¡el niño para la edad que tiene lo hace estupendamente!
Y este comentario, quizá sea un poco "malsonante", pero.... a ver, si no hay en Catalunya actores de raza negra, pues mira, no es necesario generar personajes de esa raza. Es mi opinión.
Rubén Hernández
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