lunes, 17 de octubre de 2011

LA VIOLACIÓN DE LUCRECIA




Acudí al Lliure de Gràcia con mi hermana Laura.  Laura estudió interpretación durante toda su adolescencia, y tras una primera incursión sobre las tablas decidió aparcar el asunto.  Seguramente su compromiso familiar con los estudios universitarios.  Probablemente su joven edad para afrontar según qué procesos de creación de personaje.  Laura está acabando ya su carrera de Comunicación Audiovisual, y le vuelve a picar el gusanillo de  la interpretación.

Sólo diré que guste o no, que se repita o no, que aburra o no, creo que llevé a Laura a ver una lección magistral de lo que es ser una actriz, o como decimos nosotros, una actora.

Nuria Espert (según Wikipedia, 76 años) recita el texto de Shakespeare en el papel de narrador, en el de Lucrecia, en el del marido, en el del amigo...y lo haría con el del perro si lo hubiera.  Y lo haría bien, creible, intensa, con sentimiento.  Siento que a mi amigo Paco, quizá el mayor aficionado al teatro que conozco, no le guste.  Para mí, imprescindible.  ¡Viva la Espert!

Rubén  Hernández

martes, 11 de octubre de 2011

LLUM DE GUÀRDIA




El día 11 de septiembre intenté ir a ver esta obra que se anuncia tan interesante y tan diferente.  Las manifestaciones celebradas ese día, me impidieron llegar a tiempo al Romea, haciéndome perder las entradas y teniendo que cambiar teatro por tarde de cañas.

Una oferta facilitada por mi amiga Amparo me permitió poder concluir lo que se había visto frustrado anteriormente.  Antes de decir nada de la obra, diré que lo mejor fue la caña que me tomé a la salida con mi hermana y con Amparo.  ¿Parece que no me gusta nada de lo que veo últimamente?

La obra no está mal.  Los actores trabajan TODOS muy bien.  ¿Mireia Aixalà es la chica de moda?  Eso sí, aviso:  La promo es todo mentira.  Ni es de miedo, ni es de intriga, ni es de fantasmas, ni es algo nuevo.  Es un poco una comedia de enredo, de personajes entrecruzados que hacen reir un poco.

Rubén  Hernández

domingo, 2 de octubre de 2011

La Sonrisa Etrusca



Rubén es muy enemigo de ir a ver obras de teatro al teatro Goya.  Juntamente con Pasquale, opinan que allí se ve teatro para "tietes" catalanes (o lo que es lo mismo, teatro demasiado comercial que sólo gusta a señoras de más de 60 años que se arreglan "per anar al teiatre").
Cuando Rubén me dijo que quería ir a ver la Sonrisa Etrusca, acepté encantado, aunque sorprendido, pues la representación era en el Goya.  En Barcelona uno no siempre tiene opción de ver a Héctor Alterio sobre las tablas de un escenario, ya que difícilmente un argentino hace teatro en catalán.

Conocía ligeramente la novela, aunque reconozco que no la había leído.  Sabía que trataba sobre las vivencias y reflexiones de un abuelo que centra sus ilusiones en el futuro de su nieto.  Desconocía que existiera la adaptación teatral.  El cartel de Alterio acompañado de Julieta Serrano hacía presagiar un duelo interpretativo exquisito.

Como obra de teatro no vale nada.  Debería haberse montado únicamente con los dos personajes ancianos, permitiendo así al público disfrutar más con esos dos maestros ACTORES.  El casting de los personajes jóvenes lo debe haber hecho un familiar del personaje de la criada, de ahí que ella tenga un papel.  La escenografía en juego de imágenes es vistosa.

No es nada recomendable, la verdad

Rubén  Hernández