jueves, 24 de abril de 2014

Return


No sé por qué nunca había reparado en las piernas de Marta Etura.  De haberlo hecho, sin duda hubiera deducido que, al igual que yo, comparte pasión por el teatro y la danza.  Yo como espectador.  Ella como intérprete.  Y como era de esperar, desprendiendo esa misma luz que la hace tan especial.

El espectáculo es perfecto.  Muestra los procesos humanos del amor, el desamor, la tozudez ante el amor inconveniente.  La pérdida de la claridad mental para saber por dónde seguir.  Y finalmente la importancia de la actitud para seguir disponiendo de vidas en el juego del amor.  

En mi caso, la actitud también me hizo encontrarlo.


Rubén Hernández

lunes, 14 de abril de 2014

A Casa (Kabul)


Una deliciosa pastita para tomar con el té de media tarde:

La pastita: Vicky Peña, una de esas grandes (y escasas) actrices capaces de recitar un texto que la mayoría de los espectadores no somos siquiera capaces de seguir.  Perfecta para transmitir todo tipo de emociones, desde la carcajada extraída de un humor irónico y extravagante, hasta el escalofrío suscitado por el relato cruel de una guerra.
El té: Magnífico texto, de esos que surgen de vez en cuando y entiendes que perdurarán con el paso de los años.  Una extensa recreación retórica que sirve para presentar al personaje, para pasar a explicar en breves minutos el porqué de la amarga historia reciente de Afganistán.
Rubén Hernández


miércoles, 9 de abril de 2014

Tras la Puerta


En Barcelona tenemos la necesidad de crear un circuito de salas alternativas que no se relacionen con teatro "de segunda categoría", y que dé cabida a buenas producciones sin el sello de Focus, La Perla y sus actores fetiche.  La gente de Pentateatre no para de buscar nuevas opciones y sólo por eso, ya merecen toda mi atención (y admiración).  Además, su apuesta por la Taquilla Inversa me parece un acierto que seguro les trae mayores beneficios que disgustos.

Tras la Puerta es una buena historia, llevada a un salón de un hotel (muy buena idea), que cuenta de una manera muy loca cómo una persona que ronda los 40 debe pelearse contra él mismo para saber si debe o no atreverse a dar un giro a su aburrida vida.  Para ello toma como herramienta a dos actores que durante poco más de una hora se "hacen polvo" (quizá a mi gusto demasiado) sirviéndose de situaciones cómicas (para mí un poco prescindibles) y de situaciones angustiosas (para mí bastante potentes).  Aclarando un poco el guión con la intención del argumento, sería aún mejor.  Siempre y cuando haya entendido bien lo que el autor quería contar, claro! :)
Felicidades, Pentateatre

Rubén Hernández

martes, 8 de abril de 2014

Barbablava, l'esperança de les dones


Uno de esos textos raros que escribe la gente nórdica, y ante los cuales yo no me quedo a gusto si no trato de buscar una razón de ser.  En este caso, quiero deducir que explica cuán locas pueden estar las mujeres a veces y qué poco las comprenden los hombres otras tantas.  O quizá es sólo una historia chorra de un hombre que mata a mujeres.  Lo que sí tengo claro es que el hombre que mata (Xavier Ripoll) y la mujer madura (Àurea Márquez) te hacen gozar independientemente de lo que cuentan, pues se ve en ellos una gran profesionalidad.  La nota musical de Empar Capilla es deliciosa, resultando además muy creíble en su personaje.  La actriz protagonista.  La protagonista.  La ciega.  En fin, muy atractiva.

Rubén Hernández

martes, 1 de abril de 2014

LA VISITA


Me quedé sin verla en La Casa de la Portera y por suerte La Pensión de las Pulgas la ha rescatado.  No voy a decir lo muy mucho que me gusta la fórmula de teatro que se vive en estas dos salas, puesto que sería repetirme y parecería que quisiera hacer publicidad de algo que no lo necesita (aunque esta vez he llevado a alguien muy especial a quien tenía mucho interés en enseñárselo).

La Visita es como una película de thriller religioso (no sé si existe la categoría) interpretada por un perfecto Iván Villanueva (...Dios, qué grima da y qué odio se le coge...) y por una cautivadora Rosa Mariscal (...su tono de voz, su mirada penetrante...).  Es una muestra de que con una buena historia y un buen ritmo no es imprescindible un texto denso ni con florituras para poder cautivar la atención del público.

Alberto Puraenvidia y José Martret son maestros orfebres, programan joyas dentro de preciosos estuches.

Rubén Hernández