jueves, 20 de diciembre de 2012

BALL DE TITELLES


Con el devenir de los acontecimientos políticos tengo cada vez más sentimientos catalanistas.  Hasta que me encuentro con "cosas" como la de que hoy escribo.
¿Es necesario que en el TNC se represente una obra de teatro de un tal Ramon Vinyes, al cual se denomina como el berguedà más universal (persona de Berga, vamos...)?  ¿Es necesario que actores de gran talla se vean obligados a hacer una trabajo que parece una función de Navidad del colegio (y no porque esté mal dirigida, ni mal interpretada...)? ¿Si vestimos a los actores como si fuera un Dirty Dancing especial Tim Burton tendremos tirón comercial?

Las respuestas a estas preguntas son un NO muy grande.  En la cultura catalana hay muchas joyas a rescatar, y si las tenemos agotadas, demos paso a nuevos autores, he tenido opción de ver a gente con mucho talento.

Rubén Hernández