viernes, 15 de octubre de 2010

Así es la Vida


Cuando creces escuchando copla, puedes optar por dos caminos, hacerte fan de ACDC, o convertirte en uno de esos proscritos de la sociedad actual al que se le ponen los pelos de punta cada vez que escucha entonar las primeras notas de Marinero de Luces.

Si te reconoces como uno de éstos últimos, y José Luis Moreno decide traer a La Pantoja al Coliseum para hacerse un autohomenaje en las fechas previas a su juicio por blanquamiento de dinero, lo único que puedes hacer es coger a tu madre, y llevártela a primera fila para deleitaros ante tal acontecimiento teatral.  Sí, digo bien cuando digo teatral.

El repertorio pretende adornar musicalmente unos "documentales" en pantalla grande sobre su vida.  Los visuales......por Dios, ¿quién le ha hecho esos visuales?....¡alguien debería decirle al Moreno que el power-point tiene aplicaciones más actuales!
El cuadro de baile es bastante bueno, aunque.....¿quién ha venido a ver un cuadro de baile?  El vestuario es perfecto.  La Pantoja, gracias a su difícil momento personal, está estupenda, y los vestidos lo realzan......pero hay una cosa que ni el mayor fan debería permitirle.....

¿Cómo se puede ser tan fresca de dedicar la última parte del espectáculo a tu imagen de Viuda de Paquirri?  ¿Cómo se puede ser tan atrevida de salir a escena con un traje de novia?  ¿Cómo se puede ser tan cínica de hacer como que te emocionas al cantar Marinero de Luces?

Deberíamos recordarle que tras Paquirri, ha sido novia de Encarna Sánchez, de María del Monte, de José Coronado, de Diego Gómez....y sobre todo de Julián Muñoz, con el que SUPUESTAMENTE se hinchó a robar.

Chica, menos mal que al final lo salva perfectamente haciendo una versión muy "me la suda" del My Way de Frank Sinatra, donde aparenta lo que es:  La más grande artista (viva, con perdón de la Jurado) del folclore rancio español.

2xentradas de primera fila= prefiero no acordarme, que es una ladrona.  Menos mal que el TR3SC también ofreció 30%
2xcena en casa, que el gasto ya había sido considerable.


Rubén  Hernández