viernes, 27 de febrero de 2015

Fedra


Imagino que los lectores de este blog se habrán dado cuenta de mis patrones (muy básicos) para escoger el teatro que acudo a ver.  Por si acaso, y con mi afición a las listas...:

  • Teatro representado en mis dos salas preferidas (La Casa de la Portera y La Pensión de las Pulgas)
  • Teatro representado en el Teatre Lliure
  • Teatro dirigido por Miguel del Arco
  • Teatro dirigido por Daniel Veronese
  • Teatro dirigido por Joan Ollé
  • Teatro clásico
  • Algún que otro musical (cuando ahorro)
  • Concha Velasco y otras grandes damas de la interpretación en español
  • La Vilarasau
Digo La Vilarasau porque en realidad, y éste es un buen ejemplo, aquí el menda va a verla a ella.  La obra, el resto del elenco, la escenografía, el director... todo me da igual.  Y sí, sé que se la critica diciendo que siempre hace lo mismo, pero ojalá yo hiciera los caminos, los canales y los puertos "lo mismo" de bien siempre.  
Del resto de la obra, a comentar lo mismo que ella aporta, es decir, bien poco. La Sampietro debería dejar de estar tan estupenda (y teñida) para ser creíble en personajes de su edad (sin desmerecer su perfecta interpretación, al uso).  Los actores jóvenes, de quienes no quiero recordar el nombre, pues eso.

Y ojalá yo escribiera mis reflexiones siempre "lo mismo" de bien que La Vilarasau llora.

Rubén Hernández

viernes, 6 de febrero de 2015

El Desplume


Hace ya bastante tiempo que Eduardo Gion me sugería que me pasara por el Antic Teatre a ver el espectáculo El Desplume.  Al no conocer en persona a Eduardo, deduzco que es muy evidente en mí la afición por las varietés, el folclore y las cosas consideradas pasadas de moda.  Debo agradecer a Eduardo que me hubiera calado tan bien, porque a partir de ahora voy a intentar acudir a la cita mensual siempre que me sea posible.
La presencia de Gilda Love (yo creo que es el alter ego de mi abuelo que nunca se atrevió a sacar más allá de las comidas familiares) bastaría como reclamo, pero sin duda, el Desplume no sería lo que es sin ese magnífico maestro de ceremonias que interpreta Víctor Guerrero.  Que nunca falte un maricón conduciendo un espectáculo!! Mira por donde, se me ocurre ahora que es de las únicas cosas con las que simpatizo con el actual Telecinco.... aunque ya quisieran la clase y la elegancia de Víctor.

Viva el cabaret y las varietés!!

Rubén Hernández