viernes, 24 de octubre de 2014

Emilia


Mi gusto por el teatro de origen argentino a veces me juega malas pasadas.  No creo que merezca la pena aguantar la absurda primera hora de función, para los 20 minutos finales donde, he de reconocer, los buenísimos actores consiguen mantenerte cercano a la angustia.  Se percibe a partes iguales la ansiedad de quien se niega a perder lo que obtuvo comprando, el tormento de quien no es capaz de vivir renunciando a las emociones a cambio de estabilidad, o el amor incondicional que profesa quien amamanta a sus crías.
He puesto en google Elisa Sanz escenógrafa y acaba de "escupirme" que tiene 5 premios Max.  Entiendo que no son por Emilia.

Rubén Hernández

No hay comentarios:

Publicar un comentario