lunes, 2 de diciembre de 2013

Desnudando a los clásicos


Santi Senso es actor las 24 horas del día los 365 días del año.  Y si en algún momento deja de ser actor, es para dejar paso al loco que hay detrás, maravilloso y adorable.  Es del tipo de personas que acaba formando parte de mi círculo, ese círculo de amigos-locos.
Tras esta declaración de amor, no se me ofenderá mi amigo si repito aquí lo que le comenté al salir de la representación.  Desnudando a los clásicos deja un poco de lado a Santi Senso para dar paso a una obra de teatro (un poco, no deja de ser uno de sus Actos Íntimos).  El resultado, es más que interesante.

Partiendo de unos textos clásicos por todos conocidos, la propuesta de la compañía es ofrecer otro punto de vista radicalmente diferente.  La débil, voluble y enamoradiza mujer que tantas veces aparece en la literatura clásica, se convierte en la fría orgullosa y despiadada PERSONA que por primera vez no sólo no cae en las garras del truhán, sino que lo domina e incluso maltrata.  He dicho persona muy conscientemente y no mujer, por destacar que los papeles femeninos están interpretados po un estupendo Vicente Navarro, quien al parecer ha conectado muy bien con el loco de Santi, con quien para empezar a conectar, parece ser que tienes que asumir pasarte dos horas completamente desnudo ante tu público.

Finalmente, y de nuevo de manera muy acertada, Cary Rosa Varona nos pone la "vaselina" musical con sus dulces acompañamientos.  Vaselina necesaria mientras en escena hay dos penes ejerciéndose violencia verbal, física y sentimental.  Dos penes, dos amantes, dos personas.  Y me atrevo a decir, querido Santi, que este acto íntimo podría haber sido más grande si llamándose igual, hubieras vestido a los personajes hasta las orejas, pues lo que se desnuda es otra cosa.

Siempre desde el cariño, y con mi personal punto de vista.  Santi, eres grande y te quiero.

Rubén Hernández

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